con otra especie de expresiones
con otra risa
evocada por palabras que provocan
sensaciones italianas en el cuerpo,
se sabe que la verdad de mirar
hacia arriba
es mirar hacia delante
porque un metro noventa
puede ser tu altura o la distancia que me separa
de mi yo que se cuestionaba
a sí misma y a él.
Y unas horas efímeras
de tiempo que el universo nos concede
me posan los pies en la tierra para hacerme ver
que hay algo más por encima del suelo
a lo que acceder
si perseveramos y somos constantes,
como médicos que estudian
un camino interminable,
como músicos que estudian
un camino imprescindible
e interminable.
Olvidar mi gramática y
recordar la vuestra
me hace recordarle en cada consonante doble,
en cada "z" de tu nombre y del suyo.
Pero ya no soy alguien que corre detrás de algo,
sino quien se sorprende, exhausta, corriendo detrás
de nada
y se da cuenta de que el objetivo era el propio hecho de correr.
Un cardiólogo que tiene problemas de corazón
es tan poco profesional
como una música con problemas de silencios,
como un político con problemas de comunicación.
Y cuando se corre bajo la lluvia de Madrid
el agua se lleva las palabras
y se consigue
por fin
respirar