Cómo me gustaría que el amor y todos sus afluentes no fueran tan obligada analogía con mis venas y arterias que sin remedio llegan a mi corazón, acurrucado, tembloroso y temeroso de infectarse de nuevo con glóbulos negros, corruptos y camuflados entre historias pasajeras que me llenan la mente de pájaros, que pican mi lóbulo frontal y me provocan las alucinaciones que me sacan un suspiro de aire que llega a mis pulmones cuyos alvéolos filtran el oxígeno que llega a la sangre, que contiene glóbulos negros, corruptos y camuflados que llegan a mi corazón, ya tiritando, a través de mis venas, arterias, afluentes, ríos, mares, que se evaporan y crean las nubes en las que me hallo cuando los pájaros pican mi lóbulo frontal y entonces alucino, y alucino, y aluc....
Puta ciencia.
Santa y p
u
t
a
Pasión.
19 de junio de 2013
Al carajo
Noche de tres horas,
la noche que cubre el cielo con un edredón morado
el tiempo suficiente para oscurecer las intenciones.
Despejo el cielo para nublar tus ideas
y cuanto más sale el Sol en la ciudad,
más quema en las mentes de los hombres buenos.
Y es que el aumento de temperatura
se hace inevitable
cuando me doy la vuelta
y agarro el brazo que me abrazaba
y que ahora empieza a moverse
acariciando mi hombro.
Mis manos tocan tierra, clavícula, cuello,
explorando descubren músculos
que no han visto en ninguna otra espalda.
Dedos que en movimientos impredecibles
recorren mi columna
y me hacen suspirar con un espasmo.
Nadie dice nada.
Oficialmente,
estamos durmiendo.
la noche que cubre el cielo con un edredón morado
el tiempo suficiente para oscurecer las intenciones.
Despejo el cielo para nublar tus ideas
y cuanto más sale el Sol en la ciudad,
más quema en las mentes de los hombres buenos.
Y es que el aumento de temperatura
se hace inevitable
cuando me doy la vuelta
y agarro el brazo que me abrazaba
y que ahora empieza a moverse
acariciando mi hombro.
Mis manos tocan tierra, clavícula, cuello,
explorando descubren músculos
que no han visto en ninguna otra espalda.
Dedos que en movimientos impredecibles
recorren mi columna
y me hacen suspirar con un espasmo.
Nadie dice nada.
Oficialmente,
estamos durmiendo.
17 de junio de 2013
8 de junio de 2013
Declaración de Censura
Quiero gritarte las cosas que escribo a la cara.
Cerca.
Pero por miedo a que cierres los ojos
ni siquiera escribo lo que mi mente grita
por dentro.
En sustitución, escribo esto.
No vaya a ser que la pestaña de "Favoritos"
me corte las cuerdas vocales.
Ya está.
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